De puro milagro, aún se conserva parte de la casa de la esquina formada por las calles 16 de Septiembre y 7 Poniente, conocida como la "Casa del Deán".

La casa, mandada a construir por el Deán de la Catedral, se terminó en 1580 como se puede ver en su fachada, por lo que es una de las más antiguas de la Ciudad.

En ese entonces, Don Tomás, que tenía mucho interés en la cultura indígena prehispánica, pidió que los muros de su casa fueran decorados con obras basadas en libros antiguos, pintadas por indígenas y españoles. Que los indígenas decoraran los muros de las primeras iglesias de México con pinturas siendo dirigidos por los frailes no era raro, pero que en una casa pasara esto ¿era muy raro!

A lo largo de los años, estas obras estuvieron en el olvido, incluso fueron cubiertas por varias capas de pintura y hasta por papel tapiz.

Pero en la década de los 50 del siglo pasado, los dueños vendieron la casa para que se construyera un cine. Afortunadamente, unos poblanos que amaban su Ciudad salvaron de la destrucción una parte de la casa, por lo que sus murales aún se pueden admirar.

Lo que hace a estas pinturas increíbles es que de todo el continente americano, son las únicas que existen en una casa y que nos muestra la mezcla que hubo en las formas de pintar entre indígenas y españoles, después de la conquista española.


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