Historia Lugares

Equinoccio de Primavera

Juego de luz y sombras

La manifestación de los efectos de luz y sombra a través de la figura de la serpiente, es una de las más significativas y cada año la podemos observar descender durante el equinoccio de primavera. La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctĭum y significa «noche igual». Durante este fenómeno, el Sol hace un recorrido eclíptico sobre la Tierra, cruza el Ecuador y pasa del hemisferio sur al norte, dando lugar a este evento, en el cual el día y la noche son iguales en todo el mundo, con una duración de 12 horas cada uno.

En la antigüedad su llegada era motivo de grandes rituales y celebraciones para todas las civilizaciones. Aún hoy sobreviven vestigios de estas costumbres en los carnavales y celebraciones religiosas que se llevan a cabo alrededor de esta fecha, como lo es la misma celebración de la crucifixión de Cristo. El equinoccio de primavera revestía una especial importancia, ya que anunciaba el inicio de la temporada de lluvias, elemento esencial para cualquier civilización de la antigüedad.

Para tal fin observaban con detenimiento el movimiento del Sol por entre las constelaciones del zodíaco, lo que ayudaba a estos antiguos astrónomos a determinar qué tan cercano se encontraba algún solsticio o equinoccio. Diversos son los eventos efectuados en torno al hecho: recorridos turísticos, actividades artísticas y culturales, muestras artesanales, etc…

Son muchos los turistas que llegan durante los días 19, 20 y 21 de marzo para poder observar y ser parte del Equinoccio de Primavera en las pirámides, una de las más escogidas es la Pirámide de Teotihuacan, en el Estado de México. Todas las personas que llegan a presenciar este acontecimiento acuden a cargarse de energía positiva con la llegada del equinoccio primaveral. Quienes van en busca de la buena energía suelen vestirse de blanco, hacer rituales prehispánicos, someterse a una «limpia» con hierbas e incienso y meditar en las pirámides.

Mucho se ha hablado acerca del equinoccio, los datos más antiguos datan incluso, desde los inicios de la humanidad. Se sabe que la naturaleza es un factor determinante en las acciones del hombre. El agua, la tierra y el sol son elementos generadores de vida, por ello de una forma u otra, hasta la fecha se les rinde tributo.
Este hecho en sí no produce un efecto en particular tal y como muchos grupos «new age» lo creen, al acudir a diversas ruinas prehispánicas y recibir alguna energía cósmica, según señalan asociaciones astronómicas. Al final de cuentas lo único que podrán sentir será el implacable calor del Sol en el primer día de primavera.

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