Dale, dale, dale, no pierdas el tino
Es difícil imaginar una posada sin una piñata, pues es el evento principal esperado por chicos y grandes. Como la mayoría de las tradiciones mexicanas, las piñatas son el resultado de varias mezclas culturales, aunque su origen aún es algo incierto. Se le atribuye a Marco Polo conocer las piñatas en oriente y llevarlas a Italia en el siglo XII y posteriormente a España. En Europa se le dio a la piñata un enfoque religioso y al primer domingo después del Miércoles de Ceniza se le llamaba Domingo de Piñata.
Se piensa que las piñatas en México son producto de una fusión cultural, ya que cuando llegaron los españoles, vieron que los mayas tenían un juego en el que trataban de romper con los ojos vendados una olla de barro llena de chocolate que se balanceaba sostenida por una cuerda. A los frailes evangelizadores se les ocurrió que serviría de catequesis dar un sentido religioso al juego de la olla, enseñándoles el significado religioso de las piñatas y promoviendo que se rompieran durante el tiempo de Adviento, como un complemento a las fiestas de las Posadas y con el mismo sentido de conversión que le daban los europeos. Durante la época de las posadas se colgaban en las confiterías «sabrosos panales, piñas cubiertas, zanahorias, tunas y otras frutas que halagaban la vista» es probable que de allí haya surgido la mexicanísima forma de las piñatas.
Hay varias versiones del significado religioso que tiene la piñata pero la más aceptada es la idea de que representa la luchadel hombre contra las pasiones o los 7 pecados capitales. Valiéndose de la fe (simbolizada por el palo) el hombre tiene que destruír el maleficio de las pasiones, golpeando y finalmente rompiendo la piñata. Los colores brillantes representan la tentación del demonio; suele presentar al mal como algo llamativo para que cautive al hombre y ceda a la tentación. El contenido de una piñata suele ser: frutas de temporada como cacahuates, jícamas, naranjas, limas, tejocotes, cañas y dulces.
Las formas clásicas de las piñatas han sido estrellas, animales, frutas y flores, pero también se han representado personajes de la época como sátira política. Con el empleo de la piñata durante todo el año para cumpleaños y fiestas populares, han proliferado figuras de historietas, películas y programas de televisión. También ha cambiado la elaboración, pues tradicionalmente se utilizaba una olla de barro a la que se le pegaban los elementos decorativos; y actualmente también se usan cartón y papel.
Hacer una piñata no es cosa fácil, existen pueblos de alfareros que se dedican exclusivamente a elaborar ollas con ese fin, la técnica de elaboración de piñatas se hereda de generación en generación. La piñata es una tradición que a lo largo del tiempo se ha vuelto mexicana y se ha mantenido a través de los años, así que sólo nos queda decir «Dale, dale, dale no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino».